MICROPOEMAS

Diseño: Belén de Castro Resina



AZÚCAR EN BREVES VERSOS








Tu palabra ha vuelto a mí.


Camino por los besos de tus recuerdos 
una noche cerrada de Madrid.
 
 El poeta es un jardinero del lenguaje.

Leer un poema es pisar el reflejo de un charco 
con los pies descalzos.

Tenía un verso en la cabeza y lo he perdido. 
La misma sensación cuando me alejo.

Quiero escribir sentimientos 
en los muros del pasado.




La amistad es un estado de ánimo.


He venido a romperte los esquemas, 
no a ordenártelos.


Me escribo 
escribiéndote.

El amor que está de vuelta 
es el que no ha ido nunca a ninguna parte.

Errores 
errados.

La luna me mira por encima del hombro 
cada vez que amanece.

La cara oculta de la luna 
también brilla.

Tuitear es practicar epostracismo de ideas.

Huelo mi alergia en la flor de tu almendro.


El poeta expresa lo que tú sientes, 
pero no has tenido huevos de decir antes.

Poesía: engranaje de café y ojeras.

El tiempo contigo se mide en melodías.

Mirarse en el espejo 
también es mirar hacia adelante.

Mi sombra está atrapada en un poema 
y solo puedo verla si me leo en el espejo.

Pásame otra página, 
que voy a emborracharme de nostalgia.

Cada vez que pierdo un beso,
 espero los minutos impaciente 
a que llegue el tren y verte.

El stand up comedy es al humor 
lo que la poesía de la experiencia a la poesía.


Derribo las sombras de mis miedos 
si me lanzo a la vida.

No soy yo 
el que se refleja en ese espejo.

Si la poesía es un arma cargada de futuro, 
el humor es un arma cargada de pasado.

Amar es suscribirse al premium 
y dejar atrás las suscripciones de un mes gratis 
o con anuncios.

El coche de mi vida 
se atasca entre el tiempo y el espacio. 
Entre alguna parte y nunca.

Camino bajo un cielo despejado 
lleno de incógnitas.

No es verdad que la cultura no sirva para nada. 
Sirve para reírte de ella.

Los celos son los perros 
que persiguen a los gatos 
del amor.

La poesía es un retorcimiento de la reflexión que huye del pensamiento cotidiano.

Si la vida es un tren, 
el amor es la chica del andén de enfrente.

La poesía actual está pidiendo limosnas 
a la salida de un poema 
sin figuras literarias.



Las ciudades son laberintos de personas.

Las reflexiones de mi mente se arrugan al pensarlas.

Amor, estuve atascado en amarillos 
y viajé por azules volubles, 
hasta llegar al verde iris de tus ojos.

Si la verdad es como un puño 
es normal que la poesía duela.

La soledad es escribir un mensaje 
en una botella 
que no será lanzada.

Morimos día a día poco a poco 
y gota a gota 
van cayendo lágrimas del tiempo.

Hablamos el idioma de los abanicos.

Odio de amor 
y amo de odio.

No solo contaminamos el mar, 
contaminamos la muerte.

La cacatúa de mi cráneo crepita 
cuando cuento sueños en mi cama.

Amor por sorpresa, 
no tiene amantes, 
sino presas.


Somos verbos heteróclitos: 
ni en el pasado ni en el presente ni en el futuro 
fuimos, somos, seremos iguales.

Un tren que no admite pasajeros 
circula por el borde de su comisura.

Hemos venido a jugar a la vida.

El arte de la paz 
es la paciencia.

En el fútbol como en la muerte 
no existe justicia.


No se puede tener inquietudes 
sin ser inquieto.



La impotencia sin descontrol 
no sirve de nada.







Ella es preciosamente precisa 
en su sonrisa.



Amor, todo contigo es relativo: 
En la distancia los relojes se derriten. 
En la cama el tiempo se congela.

Tú y yo juntos somos aviones, 
que despegan de la mano 
y el cielo es nuestro. 
La física hará imposible la caída.

La sintaxis, como el amor,
no hay quien lo dome.

Si es con ella, 
más que con diamantes, 
desayuno con sonrisas.

Písate las sombras,
no los sueños.

De vuelta a Madrid y sus calles largas;
edificios altos que abren el cielo,
como se abre de piernas una musa
ante las notas de las sílabas.


Busco un velero de palabras 
que navegue entre mi sintaxis
y mis sentidos.

Y, sin embargo, una vez llegado hasta aquí, 
el mar se parece más a la vida 
que a la muerte.
 
Atarceder:
el sol, como un gato,
huye por los tejados.

Bato mis récords
batiendo mis alas.

Amar.
Porque el sabor de sus labios aún suena en mi mente. 
Porque el olor de su perfume resuena en mi recuerdo.

El tiempo nace y muere a cada instante. 

Quiero estar a la altura de la luna
que es la de tus ojos.

Quédate con quien te dé
la puta gana.
 
Escribir es una constante biopsia de sentimientos, 
analizados en un poema 
y cosidos con palabras. 
Leerlo es romper los puntos.

Anochece la paciencia 
y atardece el éxito, 
que reflejan mi camino.

Voy buscando un rincón por el lenguaje 
en el que quedarme contigo a solas.

Somos un reflejo
en el cristal del tren de la vida.  

Después de la tempestad
viene el campo de amapolas. 
 
Mueren las conversaciones en las horas puntas, 
expiran las relaciones en el calendario; 
ajeno a las conductas del humano.

La gracia debe de tener cobertura,
porque a veces se pierde.
Como la amistad.

Tan solo deja la muerte para mañana.

Vivir a mano, a boli o a máquina. 
Sentir a trazos, a lápiz o a brocha. 
Poesía a empujones, 
 a vida o a muerte.
 
Vivimos con la muerte en la muñeca 
y a cada rato la miramos a los ojos 
y sabemos el tiempo que nos queda.
 
Una columna de humo que sostiene el rubor de un incendio de sonrisas.

El amor es ser alérgico,
pero desear la primavera. 

La poesía es sonido que llueve.

Que si me faltes sea de ortografía.

Qué largo es el olvido y qué corto es el recreo.
 
Me gusta cuando hablas porque estás como presente.

 Los humoristas son poetas de la risa.

Vendrá la vida y tendrá tus ojos.
Bebo de la fuente del recuerdo, agua corriente,
que es la vida.
Escribo los incendios que pienso
y apago con reflejos de memoria inmortal.
 

Las flores de mi estómago han echado raíces
y se han vuelto primavera. 
 
La primavera es la época 
en que las mariposas florecen del estómago.

A veces se gana,
a voces se pierde. 
 
Tuércele el cuello al búho de engañoso silencio.

En poesía se pronuncia el silencio sonoro.

De nada se aprende,
de todo se enseña.  
 
Quiero agitar los sintagmas,
romper las oraciones,
retorcer los núcleos, 
matar al verbo del estudio 
y gritar apuntes por los aires.
 
¿Qué es un profesor sin alumnos?
Un alumno sin maestros. 

El amor es un viaje de vida
pero no de vuelta.
 
Al que madruga
los sueños le ayudan.


Alguien le ha puesto sonrisa a la noche
y luce.








Camino sobre el alambre del horizonte,
entre tu sonrisa 
y el son de la brisa 
que me empuja a besarte.

Confío en mí mismo
cuando estoy seguro
de estar dudando.

Te quiero entera
y sin medias.
Alguien le ha puesto nubes a la poesía
y llueve.
Atardece la vida sobre tu espalda y siento que ya sale el sol por mis mejillas.


Lo difícil es caminar
sin camino.


La coherencia es el lubricante de la mente.


Veinte mil lenguas de besos subversivos.


Esto es ser hombre: amor a manos llenas.


Alguien le ha puesto sonrisa a la noche y luce.


En el silencio importa tanto lo que está como lo que .


Un puñal es un poema escrito con el puño.


Mino los campos que camino.


El nuevo amor tradicional es en realidad 
un viejo amor novedoso.


Un hasta nunca para siempre un hasta siempre para nunca.


Te quiero como se quieren las oraciones subordinadas que no tienen sentido si las separas.


No al amor escrito en candados, sí al amor escrito en nubes que precipitan sonrisas.


No hay palabra sinónima de ti.


Lo contrario de estar de acuerdo es estar loco y estar cuerdo.


Juntos
en un subjuntivo.


Si somos tiempo entonces volemos.


He recitado a Lorca, entre luna y noche, con temblores de versos que lloraban mi pena.


Vuelvo a la gramática de mi rutina.


La tela que no se teje
en las entrañas,
se vuelve telaraña.
Escribo para callar el silencio.


Ya no temo al te amo, porque has abierto mis vocales y separado mis miedos.


Una y otra vez, sin tregua, a tientas si hace falta y con cientos de intentos hasta besar el cielo.


Fuimos causa perdida,
somos consecuencia hallada.  


La inspiración es una nube
que precipita palabras. 


Si el planeta se inunda, pero no de poesía,
algo estamos haciendo mal. 


¿Qué es un poema que no se lee?
Un poema que no se ha escrito. 


Demasiados encantados en conocerse
y yo encantado de mi desconocimiento.
No es oro todo lo que enamora.
 
Ojalá la paz
no fuera solo un mensaje navideño.



Largo trago amargo es el letargo.


Con la vida apuntada
constantemente al cielo.


Do Re Mi Fa Sol La Ti Do.


Un niño que pierde su globo de helio,

así la inspiración asciende.


Quietamente callada avanza la noche, contra la sonrisa rápidamente armada.

Está pasando la noche 
en una quietud tenue 
que da vértigo.

La poesía es una libélula libre que pulula por la nubes de azul universo lucero.

Entre tú y yo 
hay una conjunción copulativa.
Estas son las horas inconsolables
donde la poesía fluctúa
entre la necesidad y la necedad.

Cataluña es el encabalgamiento
de un verso llamado España.
La ilusión viaja con alas de cera entre el desengaño y la felicidad.
La culpa es un minotauro
al final de un laberinto.
Soy doblemente cuerdo
si te re-cuerdo.
Ella sola se lamenta, solamente, con su mente a solas.
La comodidad en un poeta es una sarna que pica sin gusto.
Es voluntad barroca 
destruir aquello que contiene equilibrio clásico,
como el amor con las personas.

La música de su silencio, el contrapunto de su mirada, el verso de sus besos.
Vivir rápido la vida significa
correr hacia la muerte.
Echo de menos no tener
lo que no tengo.
El hambre es un enjambre
en el estómago de un niño.
La mente es un misterio
que cabe en un adverbio.
Por pura inercia, por esencia cruda por la fortuna y oportuna fuerza escrita con los posos de la vida, razón de mis razones elegidas.
El amor es siempre una operación
a corazón abierto.
Los andadores son los paréntesis de la vida.
No es arrepentimiento,
es la esperanza de volver a vivir el pasado.
El otoño es la época
en la que se empiezan a caer 
los atardeceres del cielo
En el viaje de la vida
no olvides cargar tu bolsillo
de sonrisas
para reírte de ti mismo.
Por las noches sueño con ser alguien
y por las mañanas soy un ser con sueño.
Dios da pan
y apunta sin mirar
Tus labios como airbags,
porque frenan mi cordura.




Eres increíble,
hasta para un agnóstico.




Esa relación de búsqueda y necesidad
entre el poeta y la inspiración
siempre huida.




No solo somos lo que escribimos,
sino también lo que borramos.




He estado pensando y no escribiendo,
y, mientras no escribía, pensaba en escribirte
lo que estoy pensando
y no escribiendo.




Me desahogo en el papel,
sin importarme las banderas
cuando me ahogo.




Admiro los mitos,
lo admito.




Estamos educando Quijotes,
para lidiar con Sancho Panzas
en un mundo de canónigos, barberos y venteros.




Cuanto más oscura la noche,
más se ven las perseidas
y así con mi futuro.




Solo la luna me sabe explicar
lo que no me explico.




La sinrazón del sinsueño
produce monstruos.




Ella me (ll)ama
y yo me prendo.




Ella no es valiente,
pero sí atreVIDA.




Los relámpagos son los flashes del mundo,
por eso le sonrío.




Rectificar es de sabios,
por eso vuelvo a colocar
la piedra en mi camino.




Practico la meditación
cuando me cuentan historias
que no me interesan.




Craso error,
gran acierto.




Juguemos más,
juzguemos menos.





La confianza es un baile

que requiere dos personas.








Solo me conformo con estar en forma.







Andar a ciegas tranquilo, 
sabiendo que en el camino 
llegas pronto y decidido, 
porque tú eres la piedra.







Voy a hacer las cosas mal, 
a mi manera, 
para hacerlas bien, 
como ninguno.






Si leer libros te cambia, 
al terminar el de mi vida, 
seguiré viviendo.



Si nuestro destino es el mar,
es imposible nadar a contracorriente.




¿Qué es opositar? Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es opositar? ¿Y tú me lo preguntas?
Opositar... eres tú.




¿Qué es la vida?
Una defensa, una oposición,
un examen, una programación.





Que opositar iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde,
como todos los demás,
yo vine
a llevarme la vida social por delante.







“Leer, leer, leer, vivir la vida",
opositar, opositar, opositar, ...
perderla.



Unas cenizas que se avivan,
un fuego que no se apaga.




Las espinitas que no se clavan
son las que más daño nos hacen.




Mis ventrículos
como ventrílocuos
hablan por mí.



La principal razón de la muerte es la vida.



Existe una guerra
entre el este y el oeste
de los ventrículos de mi corazón
por ganarte.



El haber ocupa lugar.



El café me sabe a apuntes
y repito páginas amargas
de palabras y azúcares
con sabor caliente y estudiadas.
Ya no recuerdo nada.




La muerte tiene aspecto de logro.



El amor es la principal causa del desamor.



Me da sueño hablar del sueño de la vida
y soñar la vida de mis sueños.
Solo me da vida vivir la vida de mi vida.



Lo malo de la vida
es que no se pueden planear
esos momentos.



El poeta escribe en folio
y en botella.



Tener confianza
es vivir sin fianza.



Cita a destiempo 
de trenes que se cruzan
en el mismo túnel
con distintas direcciones.



Juntos arderemos en el invierno.



Escribir es vivir en páginas.



Constancia se escribe con 'c':
de cansancio
de contento.



Moriría tan feliz
y con una sonrisa en mi gesto,
enseñando,
en mi último suspiro.



Por dar a la mar
a la vida sonrío.



Busco un caminar y no unas prisas,
unos pies de bailarina de la vida.



Amor veraz,
no voraz.



Oscuro que te quiero oscuro
café del buenos días.
Blanco que te quiero blanco
azúcar de las sonrisas.
Galopa por mis venas.



El amarte tiene artes que el arte no entiende.



No quiero morirme por si vivo.



Una rima cálida
es de calidad.



No me gustan las paredes
encerradas,
por eso tengo pósteres y cuadros;
de los clavos abren ventanas,
suspiros y risas, colores y notas.



Somos un gerundio con infinitivo participio.




Una relación de amor sintáctica

con argumentos,

sin jerarquías.






Color café y olor a ti,

aromas de la almohada que te piensa,

entre las ramas de recuerdos,

amapolas, besos.






El jazz suena por el aire

y aterriza en los oídos

de la urbe.


¿Y si no es un túnel, 

sino la luz de un tren 
que se acerca 
lentamente?




Gotas de métrica
salpican por las ondas
de tu pelo.


Filología poética,
el arte de darle las cosas a la vuelta.


La escritura es criatura.


Entre rasgar
y rasguear
está tu espalda.


Yo sigo en el tren sentado,
pero mi vida está de pie caminando.


Yo no quiero condicionales si,
yo quiero un sí en condiciones.


Si el eterno montón de duro trigo,
se hiciera eterna cama suave y humo
entonces yo no sería el asesino,
sino el testigo.


El flamenco agitanado,
el rap de barrio
y el poema desnudo.


Busco un norte en tu rincón,
una carta en mi buzón
y el corazón secreto.


La chispa del roce de unos labios
encendió el incendio.


Con la camisa cerrada hasta el último botón,
bajo mi garganta los secretos que no cuento.


Nos amamos de valor 
y fuimos valientes.



Conocerse es mirarse al espejo a oscuras: 
no sabes si eres tú o es tu sombra lo que miras.




Pasamos del déjame sin aliento 
al déjame respirar 
en décimas de caricias.




Las mejores decisiones 
en los peores momentos.




Oigo el silencio, 
escribo el aire, 
grito el vaho.



Amarte 
a muerte.



Sometimes you have to leave something, 
so you can live something.



Lo único que quiero 
perder en esta vida 
es la noción del tiempo, 
contigo.



Entre los pentagramas de las nubes 
el sol es música.



Pasamos del triángulo de la vida 
a darnos vida sobre el rectángulo de la cama
mientras el mundo se derrumba.



Me dijiste y te olvidé, 
te vi y te entendí, 
te hice y te aprendí.



Si los extremos se tocan 
¿el amor y el miedo 
tienen cosas en común?



Existen dos tipos de poesías: 
la de enamorarse 
y la de enamorirse.



Los poetas no envejecen 
cogen color, olor y polvo. 
Pero siempre viven.



Solo pienso en tocar la guitarra 
por tu espalda al abrazarte.



Tengo la mente en la tierra 
y los pies en el cielo.



Si te alejas mi corazón palpita grave, 
si te acercas se acelera agudo.



Planta cara 
y siembra pánico.



No se puede volar 
con el peso del pasado.



En el frenazo del tren de la vida, 
me agarro a la esperanza.



Los pactos se besan con un sello.



La felicidad es relativa como el tiempo, 
por eso ahora es tiempo de soñar feliz 
y lo demás es relativo.



Besos en llamas para el invierno en frío.



Dime que no puedo 
que quiero hacerlo.



Vivir,
antes que todo
y después de nada.





Los rascacielos son puntas de rotuladores
que dibujan el paisaje
de lo caótico.


Lluvia en el cristal de tus pupilas, 
niña, sécate las lágrimas,
vayamos a bailar bajo poesía.




Que yo no visite nunca donde habite el olvido.



No es el dinero lo que da felicidad sino la manera de ganarlo y de gastarlo.



La vida es una partida de ajedrez,
pero sin tablero.



No me acostumbro a la idea
de hacerme a la idea de ti.



Tenía un espacio en blanco y escribí tu nombre 
Quiero empezar pero no sé por dónde.



Libertad
no es solo una expresión.



De persona 
a perdona 
solo hay un desatino de distancia.


Deberíamos volver a la poesía 
desnuda, 
no a desnudar enfrente 
los cuerpos de nuestra poesía.



Después de la tormenta vienen los charcos.



¿Seré poeta o solo una persona que ama lo que hace que hace lo que ama?



Pisamos hojas secas sin dejar huella, 
solo el sonido de los besos y de las pisadas.



Todos en contra de las corrientes... 
yo dejándome llevar...



Solo a través de un cristal puedes verte a ti y puedes ver a los demás.



Todo lo bueno acaba en nosotros.



Life is just jazz improvisation.


El cielo está ardiendo, detrás de la puerta y no tengo la culpa.



Todo Supermán tiene su criptonita; a mí dame dos ojos verdes y una boquita, que me voy a suicidar.



Que si me declaras la guerra, te espero en mi trinchera, con los labios en el gatillo.



Poesía es montar en bicicleta cuando por la noche la carretera es toda tuya.



Hablar claro en la penumbra,
jugar limpio sobre el barro;
paradojas.



El tiempo no discurre en un hospital, el pasillo aburre a las sillas incómodas, las personas tienen las paredes blancas.



La poesía trata de hacer sencillo lo difícil de expresar los sentimientos, por eso está escrita por genios, a los locos no se nos entiende.



Yo siempre la última palabra tú siempre el último beso.



Nos inventamos el mundo juntos, nos inventamos las palabras.



¿Y qué hay de esos trenes que obligados escogemos sin elección?



Rascando minutos al reloj, arañando el tiempo.



A veces hay que decir no aunque sea a un verso.



Dicen que los enamorados se parecen a los locos o a los enfermos. Pero yo me parezco más a un drogadicto.



Construyéndome la vida con el alma, con calma.



Se sacrifica la cantidad por la calidad, en este nuevo mundo. La poesía aspira a cambiar el orden.



Si agobia pensarlo, simplemente hazlo.



Lo tiento mucho, pero lloverá a besar de las risas. A pesar de las brisas, lo viento.



Tengo versos dando vueltas dentro de mi cabeza y a veces quiero hablar y sin querer escribo; en ocasiones conversar y sin querer recito.



Si me dicen que es una locura, que es arriesgado y duro. Yo les digo que me van los retos y la gloria del fracaso.



Caminar por Madrid es un poema sonoro.



Un tuit sin palabras. Sin caracteres. Todo eso.



El poeta es un colibrí que se mantiene estático para succionar la poesía que encuentra en las rosas de los ramos de las musas.




Al mal tiempo
besos bajo la lluvia.





Anoche soñé con un verso, 
soñé contigo.



Miénteme
y me sacarás una sonrisa.





Yo no sé mentir, solo sé de bromas.



La vida simplemente da, para que puedas decir vi.



Tempus homini lupus.



Olor a petricor es la fragancia del otoño.


El destino escrito por poetas...
¿te imaginas?




Hay una puerta abierta que no quiero cerrar.



Al calor de la guitarra bajo las notas de la playa suenan las estrellas cantando de amor.



Voy a bañarme en la luna y tomar las olas, para verla en mis manos y en libertad.



La libertad no es más que eso... olas rompiendo en la noche de tu cuerpo.



En el silencio de las olas tu presencia, libertad en una noche abierta, la arena fría bajo mi vida.



Hablando con las estrellas, para encontrar la luna.



A días, adiós.




Estando yo viendo,
habiendo llovido,
llegando al olvido,
estando lloviendo.



Miro en torno mi entorno interno, éter eterno y tierno, pero lo entierro.




Los mejores versos se escriben por la noche,
en una cama;
lo sabe todo el mundo.


¡Agua va! pero ahí fuera está lloviendo;
lágrimas en la lluvia de la cúpula sobre España.


Llamó el fontanero a la puerta por una avería:
"vengo a cerrar el grifo de la corrupción".


El repiqueteo de las gotas sobre el cristal del coche,
la parte de atrás arde.


Húndete en el pozo de ti mismo,
extrae el agua de la esencia con un cubo.


Agua antigua, aqua, acueducto de la vida
setenta por ciento yo, el resto guijarros y arena.


Lluvia ácida, pálida, plácida, estúpida
me encanta cuando caes por mi mejilla.


Por más que le den vueltas,
se dice que se debe mirar hacia adelante.
Pero no: la vida no tiene sentido.


¡Cada lágrima vertida en cada página,
cayendo por la mejilla haciendo cosquillas, nos da
el nombre exacto de las cosas!


Se asoma por la ventana, dulce y blanca.
Yo miro trémulo, ella me provoca
suspiros y risas, colores y notas.


Que si digo voy es al cien por cien, ¿vale?
que si vivo hoy es carpe diem porque
donde pongo la vida pongo el fuego.





Largo es el arte; la vida en cambio corta
una daga delgada que se clava
sabias palabras desde la experiencia.


Vienes completa
y me completas la mente hasta dejarme
completamente viernes.



Somos un verso libre dominado por el ritmo,
víctimas del ritmo,
cómplices del ritmo.



Frágil, fría y vacía, fuente firme de placer,
a ti, tú en mi reflejo, te bebo y después
otra vez soy el tiempo que me queda.


Mi unicornio se ha hecho realidad
y eres tú,
líquida pasión que sacia mis ardidas entrañas.


Sombras que en ti sugieren
lo que mi perla cautiva ansía
quemar entre oscuridades tenues.


El cisne blanco y negro
que recorre por tu espalda
y se esconde bajo tu ropa.


Carreras sin medias por tus piernas
en polvos enteros a medida.
Renaces con los brazos la ceniza.


Eres Karen Souza en mis oídos
susurrándome París.
Aquí y ahora.


El caballo blanco desbocado
claro de Santiago, líquido
cúspide de la pirámide.


Música para mis oídos
Madonna apoyada sobre un piano
mirando en lontananza.


Como caen los granitos
cae mi tumbo en el ámbito
de esta circunferencia desorbitada.


Un libro antiguo cuyas páginas,
sin hálitos oscuros, lágrimas,
de pálidas láminas se halla.


El mar de dunas perecedero
será su vulgar duda.
En busca de lo inefable.


Hispania lo llamaban en tiempos de conquista,
pero ya no es tiempo,
y los soldados han dejado un surco estéril.


Sedimentos de calle hablaban con espuertas
razones. Reyertas que sienten que son cobardes,
que todo se sabe y que nada se supone.


Calculo el momento exacto
para hacer el salto hacia ti
y caer sobre tus dedos.


Veo a través de sus pupilas la serpiente
egoísta que aflige como un cactus.
Saguaro que solitario bebe agua y da sombra.


Eso que pasa en la tarde de mayo
rozando nuestras sombras pegadas
a los pies que pisan este suelo.


Que somos una proyección somera,
recreo que creció en una ciudad
y con las hojas nuevas vuela en calma.


Bebe de la fuente el agua
vive el chorro transparente
claro eco de manantial.


Que antes el amor surgía en cartas
y en cambio ahora surge en tuits
y yo prefiero el bar de siempre.


Un lago agrietado
y en la ciudad silencio.
Otra vez es otoño.


Que de noche le mataron,
titiritero,
con la pluma de la tinta, el pueblo.


Nubes que encierran mis canas,
vientos que huyen de los ojos,
mi sombra es de nuevo un lunes.


A orillas del manzanares,
pasan a su lado como siempre,
por el puente que sus labios une.


Mismamente ensimismado,
solamente solo aspira
a ser de lo que ha sido.



Unas vías del tren abandonadas
que siguen su camino
hacia el horizonte.


Un tren descarrilado
de las vías del tiempo
que siguen su camino.


Yo soy ese punto de unión entre dos algos
que mejora toda perspectiva al infinito.


Cuando me lo contaron sentí el frío
corriendo por mi espalda hasta la nuca
amor no es no, mas duele igual que alivia.


En mi amotinado interior
sumiso
se ha dado un golpe de rebeldía.


Que sin quererlo nacemos molestos
y sin saberlo morimos curados
de la edad, por la edad, enfermedad.


Pasar toda la noche en vela,
sin poder callar a los pájaros
que habitan tu luz cenicienta.


Considerado hechizo en la Era Media
hoy día no lo es porque su vacuna
Calisto y Melibea dieron fama.


Si yo soy un buen chico,
por qué en aquél córner
me asaltó la injusticia.




Entrañas de mi cuerpo vivo exhalan:
Quiero llorar mi pena y te lo digo,
espejo de mi interno haces sufrir.


De nada vale el cura sana
si no recibo un beso
de los labios que lo cantan.


Corta por lo sano con guadaña,
la vela que se apaga.
Tu mirada es de fuego y mi cuerpo de cera.


Viven como si vivieran de manera sana,
porque nunca lloran pero penan:
un no sé qué que quedan balbuciendo.


Mirarte en el espejo y no ver nada,
te dices a ti mismo sin prejuicios,
que son solo cicatrices.


Un plano corto escribe en versos,
la desdicha de aquel personaje
entre sus trémulos labios rojos.


Aquella que vimos juntos
una vez y la vivimos tanto
que la realidad perdió su encanto.


Si allí todo es mentira,
yo quiero esa verdad,
porque todo se imagina.


Qué a gusto aquí sentado
pero podría ser mejor, lo reconozco
me posee el instinto básico.


Cuando llega el final
a través de la emoción,
sonrisas y lágrimas.


Poesía como en Hollywood
de mucho renombre y poca calidad
y siempre los mismos actores y actrices.


Los mismos actores, las mismas actrices,
finales felices, efectos especiales,
tramas del héroe que escribe.


Si el proyector se enciende
se abre un mundo de sueños
a través de un corte en el ojo.


Un corte que me conmueve
y me deja trémulo,
abre mi mundo mímico.


Un lujo que lo llaman algunos
vendido por una cinematográfica
así es la película de nuestra vida.


Humphrey Bogart exhala
un último adiós
desde mi butaca.


Marionetas en manos del ritmo
del planeta, del país, del destino
que nos maneja y hace sentirnos
únicos, vivos, distintos, amigos.


Oh salada palomita que callando
entras en el sueño semioscuro
de los sentimientos de la vista.


Pasada ya la media noche,
disfruto en mi sola soledad
del guión que pone el broche.


Más de las doce y a solas
pero nada me apena
su luz resplandeciente me acompaña.


Todo gira en torno,
luce en una dirección,
al final está el premio.


Aquellas risas que suenan enlatadas
por las alas cortadas y aun así,
alguien voló sobre el nido del cuco.


Báilame el agua en la gran pantalla,
páginas y letras hechas escena,
poesía recitada en mis pupilas.


Resucitó el carpe diem, poderosa imagen,
de jóvenes sensibles, observando
El club de los poetas muertos.


En su collar reside el reflejo
que suspira en un largo alivio,
durante un Breakfast at Tiffany's.


Tiempo hace ya de ese lugar
donde el agua ve las flores
que se huelen color miel.


No es un esfuerzo es un impulso
que te hace vibrar por dentro
lo duro es escalar momentos.


Ya no se ven escritas frases bonitas a diario.
Pero en su diario
se ven escritas.


Se alquila: pluma de escritura. Sin estrenar.
Se vende: pluma estilográfica. Sin usar.
Se vende: cuna de niña. Sin estrenar.
Se venden: derechos humanos. Sin estrenar.



Cuando levantó la vista, 
el meteorito cegó todo.



Y al salir, 
entró en el agua sin mojarse.


Ella quería hablar por teléfono,
yo también quería besar su voz.


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