la más bonita que puedas imaginar:
jazz o soul,
una voz femenina.
Miro a través de la ventana,
que es mi mejor pediatra.
Un leve traqueteo me lleva.
El tren se acerca a la estación,
el aire hace mover las ondas
y su cabello,
su falda ondea.
En ese corto instante
palpitante, mi corazón
me habla:
-cuenta lo inefable-
historias para soñar.
Manuel Fdez-Galiano
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