La vida se parece demasiado a un atasco:
Hay señales que te indican
que evites el parón,
que huyas del río de agua estancada
y putrefacta.
Intentas salir de tu carretera de confort,
pero por pura inercia,
velocidad irreducible,
llegas a ella.
Y una vez allí, hundido en el Estigio,
Intentas salir de tu carretera de confort,
pero por pura inercia,
velocidad irreducible,
llegas a ella.
Y una vez allí, hundido en el Estigio,
no puedes salir.
Y tienes que seguir,
avanzar, frenar,
desesperarte.
Y, resignado, aceptar
el flujo del trágico tráfico.
Y tienes que seguir,
avanzar, frenar,
desesperarte.
Y, resignado, aceptar
el flujo del trágico tráfico.
Manu Fer-Galiano