entre amarillos ácidos y dulces perlas.
Mirad qué amistad tendrá con nada
quien no permite ser amada con la pizza,
ni en masa fina ni en cama redonda.
Es una libertad encarcelada, entre corteza
y corteza, cual sierpe escondida,
la piña instila su veneno y te remata
y de su verde flor nace una mata.
Piñas son de Tántalo, y no rosas,
que después huyen del que incitan ahora,
o te besan los labios o te hacen llagas
en el cielo de tu boca.
Barroca fruta contradictoria,
ora famosa ora odiada,
depende del contexto en que la pongas
siempre a debate como la comedia:
o te desagrada o te encanta o te indigna.
Manu Fer-Galiano
Imagen: Manu Fer-Galiano |
Impresionante.
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