Peina, niño, tu pelo
antes de que llegue la sequía
y la primavera pode las ramas de tu testa.
Goza la incursión del peine
por los bosques de espesura
y que los productos eviten que el viento
desordene tu melena.
Surca tu mano por los mares profundos
de los tentáculos del Kraken,
que atrapa las miradas más fogosas.
Decora los hilos del tapiz
antes de que Penélope lo desbarate
en una fatídica noche
de crímenes caídos en tu almohada.
Alarga el cordel por el laberinto de los años
y no dejes que las Moiras
te lo corten más de dos dedos.
Ya llegará la Parca cabelluda
y entonces te quedará la barba
un torrente impetuoso,
que pende sin aseo,
cada vez más canoso.
antes de que llegue la sequía
y la primavera pode las ramas de tu testa.
Goza la incursión del peine
por los bosques de espesura
y que los productos eviten que el viento
desordene tu melena.
Surca tu mano por los mares profundos
de los tentáculos del Kraken,
que atrapa las miradas más fogosas.
Decora los hilos del tapiz
antes de que Penélope lo desbarate
en una fatídica noche
de crímenes caídos en tu almohada.
Alarga el cordel por el laberinto de los años
y no dejes que las Moiras
te lo corten más de dos dedos.
Ya llegará la Parca cabelluda
y entonces te quedará la barba
un torrente impetuoso,
que pende sin aseo,
cada vez más canoso.
Manu Fer-Galiano