Archive for 2018

Retirado en la paz de esta rutina,
con pocos pero muchos sentimientos,
vivo en conversación con estos vientos
y escucho con mis ojos tu retina.

Si no siempre entendidos, son bocina:
o arreglan o destruyen mis alientos
y en músicos callados de mis cuentos
el sueño de la vida me camina.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Manu Fer-Galiano

Abro el buzón y encuentro
publicidad en una esquina
que antes no había mirado.
Entonces, la recojo y la tiro
a la papelera, mientras pienso:

Así funciona el dolor;
así con las penas,
que no duran si no las miras.

Pero precisan de una llave,
que abra su cajón
y una mano que las agarre
y las tire, las rompa, las remueva.

Manu Fer-Galiano

La vida se parece demasiado a un atasco:

Hay señales que te indican
que evites el parón,
que huyas del río de agua estancada

y putrefacta.

Intentas salir de tu carretera de confort,
pero por pura inercia,
velocidad irreducible,
llegas a ella.

Y una vez allí, hundido en el Estigio,

no puedes salir.

Y tienes que seguir,
avanzar, frenar,
desesperarte.
Y, resignado, aceptar
el flujo del trágico tráfico.

Manu Fer-Galiano

He esquivado la tormenta,
pero la lluvia me ha empapado.

He visto relámpagos en tu mirada
y he escuchado el trueno de tu risa.

Y ahora comprendo el aguacero
y este viento que me ha dado un pasado.

Vuelvo a sentir la libertad de un charco,
porque puedo evaporarme cuando quiera.

Ya no necesito un paraguas,
porque puedo mojarme.

Y quiero disfrutar de este diluvio
en el cristal de mis olores otoñales.

Manu Fer-Galiano

Uno va a un concierto como quien va al amor:
no se busca la salida de emergencia,
no se piensa en salir huyendo.

Pero sabiendo que siempre existe esa puerta
y se ignora.

Espacios abiertos que un mal día se cerraron.

Donde el dolor quedó atrapado,
hoy busca la salida de emergencia,
al primer indicio de un incendio.

Robert Petrick (Saatchi Art)

He bebido de ese dulce licor suave
en boca de unos besos,
en boca de un examen.
Y todos desembocan en el mismo duelo.

Porque llegar hasta la orilla del mar y no mojarse duele.

Y la sal escuece con que la mires
y aunque tengas cerradas las heridas,
te las abre.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Fanny Valentin

Algunas veces me despierto de esta realidad,

donde ya no estoy contigo.

Doy un salto, una patada en el abismo,

que me duerme en ese sueño,

en que aún sigo a tu lado.

De pronto, abro los ojos

con el corazón acelerado

y la conciencia perdida.

No sé dónde estoy,

no sé lo que hago.

¿Quién se ha despertado?
¿Sigo soñando despierto?
¿Estoy soñando dormido?

Manu Fer-Galiano

Imagen: Matthieu Borel

Ante la posibilidad de quedarme estancando en un nombre,
he optado por el verbo,
las acciones y los hechos.

De algún modo
y con este aspecto,
he decidido que pase el tiempo.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Rush Ohlson

¿Seré yo ese blanco impoluto,
que se tiñe de cualquier matiz que se le añada,
como pinturas plásticas,
sobre una paleta de colores,
removidos por el pincel del tiempo,
el amor, la felicidad y los deseos?

Si yo siempre fui azul,
y en la serenidad de la tormenta,
en el sosegado huracán de deseos,
en un turbulento óleo de sentimientos,
acabé mezclándome con otro color pulcro.

Qué fácil fue mezclar los dos colores.

Pero cómo desteñirse,
cómo volver al azul primario,
cómo desenredarse de los recuerdos,
olvidarse de los abrazos,
separarse de los labios,
desunir los cromas de este lienzo,
si no es comenzando desde cero;

y exprimiendo nueva pintura de ilusiones
y volviendo a pintar el cuadro de mi experiencia,
que complete la pared de mi vida.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Helena Almeida

Necesito alejarme del centro gravitatorio,
para alcanzar, no el olvido,
sino el recuerdo idílico.

Necesito escapar de esta fuerza que me lastra,
a mil kilómetros por rutina,
a base de gastar combustible de memoria.

Poco a poco, atravieso la atmósfera de espacios
donde tú y yo estuvimos juntos;
lentamente, rompo las leyes de tu física
y vuelo alto hacia el espacio de mí mismo.

Huyo por las capas de mi conciencia,
en un viaje hacia el interior
y el exterior
de mi órbita nostálgica.

Manu Fer-Galiano

Dedicado a mi amiga Juana,
por todos esos debates sintácticos tan ilustrativos.

En el silencio de la sintaxis
encajo piezas y recuerdos.

Y todos cumplen función de argumento,
donde ya no hay adjunto.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Peter Callesen.

Cómo que son abstractos mis sentimientos, mis ideas.

Si yo las percibo tan concretas como este boli,
como esta manzana
mordida por el desengaño.

Mira si son reales que me hacen daño,
que me duelen justo aquí:
en el cielo de la boca de mi estómago
y me arañan al salir entre bruxismos de amargura.

Mira si puedo percibirlos por los sentidos,
que solo me olvido de ellos
con el esfuerzo físico
de levantarlos contra la gravedad de sí mismos
y la perfecta rutina de nublar los espejos.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Jaeyeol Han

"De sol, espiga y deseo
Son tus manos en mi pelo
De nieve huracán y abismos
El sitio de mi recreo".

Antonio Vega, El sitio de mi recreo.

Suena el timbre de la melancolía,
que señala el final de este recreo.

Toca cruzar la puerta de mis emociones,
volver a entrar en los sentidos.

Ahora siento más lo que no sentía,
y pienso menos lo que ya pensaba.

Atrás queda el café del intermedio,
el descanso del ruido,
el entretenimiento de mí mismo.

Manu Fer-Galiano

Imagen: archivo propio.

Yo era un adverbio
cerca del término al que modifica.

Como no se puede cambiar a las personas
por cuestión de estilo
decidí alejarme.

Y ahora siento la libertad de ubicarme donde quiera,
de modificar lo que me apetezca
o de no influir sobre nadie.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Rene Magritte - El principio de incertidumbre

Amor a mil revoluciones por minuto
con una fuerza centrífuga
y una duración inexacta.

No hay que mezclar los colores
claros y oscuros.

Dar vueltas sobre una cama con la persona
que luzca como tú.

El amor me recuerda al error
que es lavar una prenda azul entre blancos,
porque poco a poco te destiñe la vida.

Tiene solución,
pero siempre deja alguna huella.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Francesco Vullo

"¿Qué tienes que contar, reloj molesto,
en un soplo de vida desdichada
que se pasa tan presto;
en un camino que es una jornada,
breve y estrecha, de éste al otro polo,
siendo jornada que es un paso solo?"

El reloj de arena, Quevedo.

El amor ya no cabe en un reloj de arena.
El tiempo como la vida, se mide con la luz.

Y el momento en que se acaban
solo quedan sombras.

Ya no hay horas, días, meses, años...
solamente queda tierra,
                                     polvo,
                                                sombra,
                                                             nada.

El vidrio de mi cuerpo está vacío
y no era yo el aliento fugitivo,
sino mi amor,
                      reloj injusto.

Manu Fer-Galiano

Tengo dos llaves en el cajón de mis emociones.

Una representa mi pasado:
La casa de mis padres,
la habitación verde donde he crecido,
los libros que he leído,
los apuntes que he estudiado,
las fotos que me han visto madurar.

Otra representa mi presente:
el trabajo que desempeño,
el dinero que gano,
el futuro que me busco,
el coche que conduzco,
las amistades que sostengo,
la música que bailo,
los poemas que escribo,
los besos que robo.

He estado ordenando este cajón,
agitando sus papeles,
removiendo ese polvo.
Y, en el fondo,
he encontrado escondido el amor.

Un amor por nada,
pero un amor por todo.
Un amor propio
y un amor ajeno.
Mi primer amor
pero, también, el último.
Un amor carnal e idílico.

Al fin y al cabo, amor sincero.

Total, que todavía estoy buscándole un hueco
y limpiándole el polvo.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Lizzie Riches

Me he sentido como Dorian Grey:
he visto la muerte a través de un cuadro.

Y creo que, en el fondo,
era mi subconsciente queriéndose inmolar.
Era yo mismo reflejado en otro yo,
deseando autodestruirse.

El caso es que me llevo a cuestas,
como quien va al infierno,
para dormir contigo.

¡Oh innoble narcisismo!
Y el más innoble,
que es el de odiarse a sí mismo.

Manu Fer-Galiano

Imagen: Museo Thyssen Bornemisza

Qué diferentes los significados de un recuerdo:

Si te olvido, mueres en mi memoria.
Si te mueres, vives en mi recuerdo.

En qué punto intermedio debo encontrarte a ti.
En qué momento exacto debo congelar tu imagen.

Y qué me dolería más:

Si la pérdida de tu esencia idealizada
o la inexistencia de tu realidad exhausta.

Manu Fer-Galiano

Imagen: La persistencia de la memoria, Dalí, 1931.

De pequeño
mi padre me enseñó a cazar mariposas.

Ahora sé que no era solo un juego.

Aprendí a evitar el caos
al otro lado del estómago.

Imagen: Desenio.es

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