a los cabellos infinitos enredados.
Soy Teseo dejándose perder en el laberinto de tus abrazos,
sin cuerda que me sujete al vacío
de la felicidad del minotauro de sonrisas.
Soy Ícaro que vuela hasta caer en tu mirada.
Soy Faetón ardido entre caballos de alegría,
bailando con el sol de amaneceres.
Soy Sísifo que escala el monte de tu pecho,
pero nunca cae, pues le satisface el peso del amor,
ligero como una pluma,
y agarrarse a la vida que le da tu sonrisa,
castigo enternamente grato.
Y tú mi venus,
sosteniendo la manzana en tu mano,
el oro de la vida, de los besos y abrazos.
Manu Fer-Galiano
- ¿Te ha gustado este poema? ¡Compártelo o coméntalo! Gracias ;).
No hay comentarios:
Publicar un comentario