ni solamente blanca y monógama.
La habitación de mi vida,
como la naturaleza misma,
está pintada de diversos sentimientos,
experiencias de matices dispersos,
unidos por la tinta,
pintados cálidos, fríos y templados,
por el temblor de los renglones,
iluminados por una ventana libertad de vida.
Iluminan mi poema rayos de decrépito sol y luna vieja,
que reflejan y me sirven de lienzo
donde te pinto apoyada en el alféizar de mis alegrías,
cristal de mis miradas.
Desde aquí diviso el ágora blanca que me deslumbra,
porque vivo en una cueva de colores primitivos,
adornada y vivida con diferentes técnicas
y en cada trazo sentimiento,
recuerdos de ti en mi memoria.
Manu Fer-Galiano
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| Autor: Edward Hopper, 1931. |
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